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Algunas afirmaciones del conflicto en Sudamérica


Pablo Emilio Escobar Gaviria tiene la misma ADN empresarial y política del abogado antioqueño Álvaro Uribe Vélez y no hay como desmentir tamaña verdad



La Adaga – boletín quincenal, No. 11, 14 de Marzo de 2008 – publicación del portal Estratégia & Análise

Algunas afirmaciones del conflicto en Sudamérica

1) La crisis entre Colombia y Ecuador fue la parte visible de un escenario complejo y continuado.

2) No hay argumento que justifique la invasión de guerra en el territorio de otro Estado soberano.

3) Soberanía no es fantasía, por lo tanto, un gobierno que recibe US$ 3 mil millones de dólares al año; como es el caso del mandatario antioqueño, es todo menos soberano.

4) 400.000 hombres en armas a tiempo completo, toda la ayuda proveniente del Plan Colombia, palma africana como sustituta de la hoja de coca y la disminución del Estado de derechos universales a niveles mínimos. Esta es la receta de paz entre Bush y Uribe.

5) El adn político de Álvaro Uribe Vélez es el mismo de Salvatore Mancuso y Carlos Castaño. Los paracos, los capos narcos de Antioquia, la ligación con las empresas mineradoras y las exportadoras bananeras-cocaleras; todos tienen relaciones orgánicas con Uribe.

6) La mesa directiva del partido creado por Uribe aún en los ’80 tiene parte de sus mandos en cana. Para que un político colombiano sea preso, es porque poca cosa no hizo.

7) No solamente las FARC son una fuerza beligerante, así como el ELN, ha 40 años o más. Las FARC-EP cobran tasa e impuestos a todos los que comercialicen algo rentable sobre el territorio donde actúa. La economía de la coca y del latifundio es parte constitutiva de las fuerzas en combate; constitutiva de todas menos nos elenos.

8) Chávez aprovechó la situación para en la interna bolivariana de Venezuela, intentar condicionar la oposición por izquierda y las agrupaciones sociales más independientes. Si la cosa marchara hacia una situación de conflicto, sería la oportunidad de generar la cohesión que hoy hace falta.

9) La postura de estadista de Correa le proyecta más allá de la sombra que lo puede hacer Chávez. El presidente ecuatoriano pateó la mesa en el momento oportuno y tragó el acuerdo posible – para el momento y la correlación - que le impuso la estrategia ofensiva de Uribe como operador del Comando Sur, CIA y DEA.

10) El ataque del abogado antioqueño expuso para el mundo la condición de que el conflicto colombiano es generalizador. También expuso la real condición de autonomía ausente que tiene un Estado recibidor del monto absurdo que el Imperio le envía todos los años.

11) La posibilidad no confirmada de una guerra en la región era la única oportunidad de definición del conflicto cívico-militar en Colombia. La guerrilla más antigua del Continente se veía con su gran momento histórico para tentar definir la guerra civil. Capaz que sea la única en esta etapa post-Bipolaridad. El raciocinio lógico nos lleva a creer que FARC, ELN y el aún menor EPL tendrían que recomponer otra edición de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB en fines de los ’80, principios de ’90) y hacer una alianza estratégica con Ecuador y Venezuela.

12) De su parte el gobierno Uribe removilizaría los paramilitares, más allá de las Águilas Negras que siguen en actividad. Para colmo el enlace de Uribe-CIA también se daría (y se da) con capitales de la costa y de la sierra ecuatoriana, sumado al vínculo histórico con los escuálidos de Venezuela. Este sería el inicio del conflicto ampliado en Amazonia.

A guisa de líneas conclusivas

En la Cumbre de Río, realizada en Santo Domingo, estuvieron presentes Cristina Kirchner, Hugo Chávez, Álvaro Uribe, Rafael Correa, Evo Morales, Daniel Ortega entre otros jefes de Estado. Brasil mandó a su canciller y no a su presidente. Lula fue inaugurar obras del Plan de Aceleración del Crecimiento y de paso, lanzar a su 1ª ministra como posible candidata.

Mientras el coloso de América si portaba bien hacia fuera, en la interna el Gabinete de Seguridad Institucional arregló todo con una banda de narcos tercos de dos favelas. De su parte, el gobierno del estado de Rio de Janeiro también se puso más tranquilo, una vez que no mató a nadie por las 24 horas que Lula estuvo en la Ciudad Maravillosa – luego después volviendo a su “normalidad”, manteniendo los índices de muertos de siempre.

El circo electoralista seguía en Rio de Janeiro y la Cumbre de Río en la República Dominicana en el viernes 7 de marzo. Detalle: los ciudadanos del gigante que duerme asistieron la reunión de Latinoamérica por la CNN en la lengua de Cervantes. Esto sólo aquellos que tienen tele cable o señal satelital.

Esto de la transmisión, algo que parece anécdota no lo es. Porque siempre la 11ª economía del mundo no tiene la capacidad de capitalizar las pocas victorias políticas del cogobierno de la Banca con el minerio de hierro a cambio de limosna y de la soja canjeada por la deuda pública. La multilateralidad integradora en Latinoamérica necesitaba del peso de Brasil. De hecho lo tiene, como un peso muerto, haciendo todo lo posible para no hacer casi nada y comprometerse lo menos posible.

Por fin, volviendo al caso de Colombia, más allá de los pretensos expertos “científicos” opinólogos pro-yankees, el hecho del debate en la Cumbre ha derrotado la pretensa legitimidad del Imperio poder intervenir militarmente donde se le antoje. Esta fue la derrota puntual de los EEUU aunque su aliado incondicional – carnal como decía Menem – tenga mejorado su aceptabilidad en la gusanada sudaca y centroamericana.

Como último comentario, sugiero dos lecturas. Abajo van dos enlaces para sitios de internet donde están dos libros que juzgo esenciales para comprensión de la realidad colombiana. Los materiales tienen acceso libre y prueban lo que todos siempre lo supieron: ¡URIBE ES NARCO Y PARACO! ¡SIEMPRE LO FUE!

Indicación:

Libro: El señor de las sombras – una biografía no autorizada de Álvaro Uribe Vélez

Autores: Joseph Contreras (corresponsal de la revista Newsweek) y Fernando Garavito (fue reportero especial de El Espectador).

Editorial Oveja Negra

Libro: Los Jinetes de la Coca

Autor: Fabio Castillo (ex reportero especial de El Espectador)

Editorial electrónica: Equipo Nizkor – Derechos Humanos Human Rights

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