En el segundo boletín del portal Estratégia & Análise, producido en el Rio Grande, estado más sureño de Brasil, vamos a hacer un relieve del panorama político del Continente con una mirada desde los sectores que se movilizan.
En general lo que tenemos por costumbre llamar de movimientos populares está en una posición algo más ofensiva de lo que tenían hace cinco años. O sea, en términos genéricos América Latina está más a la izquierda. Hay gobiernos, dentro del paraguas llamado “izquierda electoral”. Tenemos gobiernos que son dichos de izquierda y gobiernan para la derecha, otros nacionalistas y otros del medio término.
Afirmando la opción bolivariana, con vías distintas, tenemos Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en el Ecuador y Hugo Chávez en Venezuela. Acumulan atrás de si, como soporte, a décadas de odio de clase y organización popular. Chávez por ejemplo, por más que tenga conspirado en el intento de golpe del 1992 y la victoria electoral del 1998, también es una respuesta del pueblo venezolano y caraqueño a través del Caracazo! Suceso de 5000 muertos en una semana, enterró el Punto Fijo con la pala de la corrupción endémica de Carlos Andrés Pérez. Hoy podemos decir que la encrucijada para esta gente consiste en saber si esta adherencia crítica a un gobierno inspirado por Simón Bolívar va a alcanzar la marca de la auto-organización y poder popular. La trinchera ahora si va dando en Venezuela entre la nueva burocracia, estructurando un proyecto de sociedad desde los ministerios y confrontando con la barriada y su idea-guía de autonomización de los poderes de hecho, ejercidos por el pueblo y aliados con un ideal de bolivarianismo con su cholo a la cabeza. Como dicen en la lleca, perdonen-me el lunfardo, se pudre todo! Lío Seguro! Menos mal que una invasión yankee ya no es más viable, al menos en el corto plazo.
En el Brasil, Chile y Uruguay la situación está más invertida. Estos trés son gobiernos dichos de izquierda pero de hecho, dirigidos desde la subordinación neoliberal de estos países. Con el hombre fuerte y profesor de economía Danilo Astori a la cabeza, El uruguayo Tabaré Vázquez, con la solidez de lata del Frente Amplio y sus confluentes, si acerca con George Bush. Sirviendo así como cabeza de puente para la alianza de Lula con Washington, hipótesis de trabajo para el Departamento de Estado mucho más potable que el ALBA u otros intentos de integración Sur-Sur. En términos de ganancia política, el oncólogo ex-viviente del barrio Tejano lo hace a cambio de limosnas. “Dan-me una moneda, dan-me una moneda!” Dan-me una escuelita en Santa Catalina, y ya está.
En Chile, de hecho y sin versear a nadie, la Concertación ha aumentado la represión en la calle. La médica Michelle Bachelet si olvida de la condición de la ex presa política y torturada. Memoria de la Unidad y práctica pos-pinochetista. Nunca es por demás recordar que fue en la dictadura de Pinochet que el neoliberalismo inició su macabra experiencia en nuestros pagados. Con una hoja de balance de costos en una mano y la bayoneta en la otra, el cogobierno de milicos con formación de prusianos en el sur de América y Chicago Boys morochos, habían dado vuelta a la vida de la gente poniendo la oposición subordinada bajo palo y picana. La proclamada Opción Chilena fue su cosecha de mayor gravedad, preparando el terreno para el gobierno de Víctor Paz Estensoro en la Bolivia de 1988, seguido de Carlos Saúl Menem y Alberto Fujimori.
Para quién ve, analiza y hace política para los que están en la sociedad desde los de abajo, siempre teniendo como norte el sur del mundo, el desafío epistemológico nos invita a una pelea franca, el buen combate del terreno analítico-teórico. Esta democracia con el mandato y voto como cheques en blanco va cayendo en lo descrédito. Otra teoría democrática tiene su que ver con otra forma de hacer política. Hay trabajo y pico por delante.
Queda por hacer una mirada de dos vías. Para el sur, en el posible triunfo de la reyna Cristina. Y más abajo, en tierras del magnate y patricio de Menem, Carlos Slim Helú. En este mismo territorio tricolor, la política gana nuevas-viejas formas con La Otra Campaña Zapatista y el Levante del APPO en Oaxaca.